Pendientes de plata chapada en oro 18k Ref: PA-L

29,95 

 

  • Pendientes de aro
  • Plata de primera ley, 925 milésimas chapados 5 micras en oro.
  • Cierre de aro.
  • Colección by Queralt Ruiz
  • Tamaño: Ancho 15mm  x Largo 25 mm

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Pendientes de plata chapada en oro 18k

  • Pendientes de aro
  • Plata de primera ley, 925 milésimas chapados 5 micras en oro.
  • Cierre de aro.
  • Colección by Queralt Ruiz
  • Tamaño: Ancho 15mm  x Largo 25 mm

Estos pendientes de plata chapada 5 micras en oro 18k. El diseño icónico de estos pendientes, combinado con la media luna es una obra de arte hecha joya donde se une un diseño tradicional reinvéntalo para adaptarse a la moda de hoy en día. Esta pieza pertenece a los diseños de Joyerías by Queralt Ruiz. Un diseño muy fresco y casual para utilizar como complemento de tu día a día.

Pendientes de plata chapada oro 18k

Todas las modas son cíclicas, aunque nos pueda parecer que una moda es algo nuevo, siempre hubo esa misma tendencia en otro momento de la historia. Así, dependiendo de la edad, habrás visto modas que van y vuelven, cuanto mayor seas más podrás comprobar esto. Sí que es cierto que con el paso del tiempo, a toda moda se le añade algo de novedad o alguna tendencia que parece marcar la época en la que nos movemos. Y en la joyería sucede exactamente lo mismo, así pues las tendencias modas que podamos ver como muy actuales, son en realidad reediciones de clásicos. Por ello, hoy vamos a hablar de un clásico que más que nunca es tendencia, los pendientes de aro bien sean en oro plata o cualquier otro material es un fondo de armario del que siempre debes disponer. Los  pendientes de aro son un valor seguro, pues podríamos decir que en el 99% de los casos sirven a todos los tipos de cara y combinan perfectamente bien con cualquier tipo de peinado que lleves. Siendo también un pendiente comodín,te vistas informalmente, tengas una reunión, cena familiar, una boda o cualquier otro evento social siempre te combinará con el estilo que lleves. Es increíble comprobar como un pendiente tan sencillo, puede evolucionar en tantas variables, pues el pendiente de aro básico es eso, un aro redondo.

Pero con el tiempo ha evolucionado en diferentes formas, con circonitas, colgantes, con forma ovalada, cuadrados e incluso en forma de rombo. Con este artículo, intentaremos dar una pequeña guía básica, sobre cómo combinar los pendientes de aro, dependiendo del tipo de cara que tengas cosas que definirá que unos pendientes u otros te favorezcan más o menos.

La luna es uno de los símbolos más utilizados y venerados por la humanidad desde tiempos remotos. Debido a ello, son numerosos los objetos en los que el ser humano ha querido plasmar la silueta de este astro. Y, por tanto, mucha es la historia que encierra este aclamado símbolo en joyería dotado de la mejor de las bellezas, ¡la atemporal!

Por ello, en esta ocasión, te contamos un poco sobre su importancia histórica, significado y por qué es buena idea llevar un colgante luna.

Los egipcios consideraban la luna como la reina de la noche, una de las primeras relaciones de este satélite con la mitología es la que la vincula con Artemisa, diosa de la noche y de la luna. Artemisa, también hija de Zeus, se representa, en la mayoría de las obras de arte, acompañada de un fondo de noche y la luna.

Otro destacado relato mitológico relacionado con la luna, también, tiene lugar en el universo griego. En concreto, en Bizancio, actual Estambul, en torno al año 340 a.C. Según cuenta la leyenda, una noche en la que los macedonios planeaban invadir Bizancio, la diosa Hécate hizo aparecer unas luces en el puerto la ciudad. Dichas luces alertaron a los bizantinos de que algo sucedía y les permitió repeler y salir victoriosos del ataque.

En agradecimiento a Hécate, se erigió una estatua a la diosa en la ciudad y se acuñaron monedas con una media luna, que representaba a la divinidad.

Más tarde, en el siglo XV, de nuevo, la ciudad de Bizancio sufre un ataque. En esta ocasión, resulta conquistada por el Imperio otomano bajo el liderazgo del Sultán Menmed II, quien envió el símbolo de la media luna a todos los rincones de su territorio para dar la noticia. Desde entonces, el símbolo de la luna creciente o media luna pasó a identificar el Islam.