NOMBRE
El nombre de la amatista proviene de la palabra griega ‘amethystos’ que significa no intoxicante, ya que en la antigüedad se pensaba que el cristal evitaría que te emborracharas.
MITOLOGÍA SOBRE LA AMATISTA
El origen de la Amatista es narrado en la siguiente leyenda: el dios del vino, Dionisio, (según los antiguos Griegos) o Baco (según los antiguos Romanos), era, por decirlo de alguna manera, el “chico malo” de la mitología. A pesar de que su misión divina era terminar con las preocupaciones, Dionisio vivía creando problemas continuamente, sobre todo después de beber una cierta cantidad de zumo de uvas. El mito narra que en una ocasión Dionisio que, como de costumbre se encontraba ebrio, tras haber sido ignorado por un ser humano decidió vengarse sobre el primero que se le cruzase por su camino. En ese momento apareció Amatista, una bella joven inocente, fiel discípula de Artemisa. Dionisio soltó dos de sus tigres hambrientos para que acabasen con ella y se sirvió una copa de vino para disfrutar del espectáculo. A los gritos de Amatista acudió la omnipresente Artemisa y transformó el cuerpo de Amatista en una estatua de Cuarzo, pura como su virtud. El hechizo salvó a la joven del peligro y le ahorró una muerte dolorosa, pero era un hechizo irreversible. Dionisio, tras recobrarse de los excesos del vino, presa de los remordimientos, lloró lágrimas en su copa de vino, la cual se derramó accidentalmente sobre la estatua, creando de esta manera la gema que hoy llamamos Amatista.
EXTRACCIÓN DE LA AMATISTA
Se la consigue extraer en diferentes cantidades en varios continentes, pero varía según su proveniencia. Actualmente, Brasil es la zona de extracción de Amatista más conocida, las primeras Amatistas brasileras llegaron a Europa en el 1727. Uruguay posee yacimientos importantes y sus ejemplares muestran una tonalidad violeta intensa. Otras fuentes se hallan en Madagascar, Kenia y Zambia.
HISTORIA DE LA AMATISTA
La amatista se asocia con protección, equilibrio y claridad.
Los cristales de amatista tienen una larga historia y una conexión con el hombre, que se remonta a los antiguos griegos con sus vasos de amatista para protegerse de la embriaguez excesiva. Esta sobriedad puede ser tanto metafísica como literal, la amatista puede ayudarlo a ver las cosas con claridad y no estar empañado por las emociones o la ira, lo que le permite lidiar con calma con cualquier problema o cuestión que la vida pueda arrojarle. La amatista viene en muchas formas y tamaños, por lo que es muy versátil: se puede usar, llevar o usar para decorar su hogar u oficina.
Las cuentas de oración tradicionales tibetanas se han hecho con amatista durante siglos y se utilizan para purificar la mente en preparación para la meditación. Los cristales de amatista se pueden utilizar de la misma manera en casa para la contemplación privada, para aliviar el estrés, para la inspiración y para promover una buena noche de sueño. Colocar una amatista en algún lugar de su baño es una excelente manera de aliviar la ansiedad mientras toma un baño relajante.
CARACTERÍSTICAS DE LA AMATISTA
El factor más importante para la evaluación de una Amatista es su color: entre más intenso, más costosa es la gema. Las Amatistas más preciosas tienen una tonalidad que van del violeta medio al oscuro y presentan transparencia en su violeta puro, pero que cuenta con reflejos tanto de rojo como de azul, los cuales son apreciados y altamente deseados. Los cristales de Amatista presentan escasas inclusiones. Normalmente no poseen inclusiones detectables a simple vista a una distancia de 15 cm. (gema eye-clean) Como se trata de una piedra preciosa muy apreciada por talladores y joyeros se pueden encontrar Amatistas talladas en diversas formas, mucho más variadas de lo que sucede normalmente con otras piedras preciosas. Independientemente de su corte y talla, el color y la brillantez son los criterios a tener en cuenta en un ejemplar de calidad.
VARIEDAD DE LA AMATISTA
Para diferenciar las variedades de la Amatista, junto al color, se indica el origen de la gema, que en algunos ejemplares es sinónimo de calidad. La Amatista Brejinho, por ejemplo, se extrae en Brasil, de la mina de Brejinho y es particularmente apreciada por sus reflejos púrpuras que aparecen en la superficie de la gema y son de intenso color violeta. La Amatista de Zambia en cambio presenta un púrpura claro y majestuoso con maravillosas tonalidades de azules y rosas que iluminan el cuerpo del cristal en cada movimiento. La rara Amatista de Uruguay fascina por la perfección de su profundo violeta y está considerada como una de las mejores del mundo en la actualidad.
La Amatista Verde Rio Grande (Prasiolita) tiene matices de verde intenso y es normalmente más preciosa que las Amatistas Verdes tradicionales. Ambas variedades son extraídas en Brasil de minas diferentes. La Amatista Verde se encuentra en Uberaba, en el estado de Minas Geares y la Amatista Verde Rio Grande es originaria del estado de Rio Grande do Sul.
Las siguientes Amatistas se clasifican según su color: la Amatista Platina debe su nombre a la propia similitud óptica con el platino, ya que enseña matices plateados. Los ejemplares brasileros de Amatista Lavanda o Rose de France muestran en cambio un color lila pastel tan delicado como sutil. La Amatista Bicolor es un conjunto de Amatista y Cuarzo Blanco, formada de la fusión de los cristales durante fuertes modificaciones de las condiciones ambientales. Otra variedad bicolor es la Amatrina (proveniente de la mina Anahi, en Bolivia) y que está compuesta de Citrino y de Amatista. Esta piedra preciosa está presente en el mercado de las gemas desde 1980 aunque su historia se remonta a varios siglos atrás.
CUIDADO DE LA AMATISTA:
Algunas piedras de Amatista tienden a descolorarse si se las expone a una fuente de luz extremadamente intensa. Por lo tanto es de evitar los tratamientos de limpieza que usen este tipo de metodología.